¿Te has parado a pensar qué productos guardas en tu cuarto de baño? Seguramente si lees las etiquetas del gel de baño o el de las lociones hidratantes corporales te des cuenta de los detergentes, fragancias, conservantes y parabenos que llevan incorporados. Estas sustancias derivadas de conservantes y petroquímicos forman parte, sin darnos cuenta, de nuestra higiene diaria.
¿Por qué se consumen y tienen tanta aceptación entre el consumidor estos productos cosméticos cargados de químicos? Seguramente y en primer lugar por su precio, su fabricación, de tipo industrial, suele ser más barata. Pero, además, porque su publicidad y comercialización promete milagrosos resultados de limpieza y belleza en nuestra piel.
Con la intención de romper mitos sobre la utilización de los productos naturales en el cuidado corporal, queremos compartir contigo las ventajas y beneficios de usar geles y jabones de baño de origen vegetal frente a los productos más comerciales. Porque cuidamos de tu piel sin olvidarnos del medioambiente.
La mayoría de los productos cosméticos orgánicos son de origen vegetal, por tanto, su producción y técnicas de elaboración son artesanales y ecológicas.
Se elige cuidadosamente cada ingrediente, cuya procedencia es infinita porque hay multitud de plantas, hierbas, flores, arbustos, raíces o minerales que aportan beneficios a nuestra salud corporal. Podemos encontrar geles, jabones e hidratantes elaborados a partir de lavanda, caléndula, manzanilla, rosa mosqueta, cítricos, aceite de argán, manteca de karité, miel, aceite de oliva, aloe vera, de coco, de jojoba, granada, pepino, romero, avena, salvia y un amplio etcétera.
Se extraen todas propiedades de cada una de las plantas elegidas, que aportan potentes beneficios al cuidado de la piel como la nutrición, hidratación, antioxidante, relajante, energizante, entre otras muchas, con el fin de limpiar y proteger todo tipo de pieles.
Estos ingredientes naturales no se mezclan con ninguna sustancia química como sulfatos, alcohol, siliconas, parabenos o perfumes artificiales que pueden alterar el pH neutro de la piel o producir irritaciones o alergias.
Son productos veganos, que no han sido testados en animales.
Son productos biodegradables que no contaminan nuestros ríos o mares. Esto es fundamental para la sostenibilidad, el bienestar, el respeto y el cuidado del planeta. Porque no se trata solo de fabricar un cosmético y venderlo sin más, sino de las consecuencias medioambientales que conlleva.
No son productos más caros. Si comparamos la cosmética natural con la industrial nos damos cuenta en esta última de la amplia horquilla de precios, algunos muy altos, que se pagan solo por la marca y popularidad que tienen en el mercado. En cambio, a la hora de comprar productos naturales la relación calidad-precio es mucho más acertada por la mayor concentración de activos en su formulación. Esto quiere decir que necesitas menos cantidad de producto y, por tanto, dura más tiempo. Hoy en día podemos encontrar gran variedad de productos ecológicos a unos precios asequibles.
Envases ecológicos. Otra de las características de la cosmética natural es que los fabricantes utilizan materiales respetuosos con el medio ambiente, como envases reciclables que no contaminan.
Son productos que limpian, protegen y cuidan todo tipo de pieles. Gracias a su composición natural se adaptan mejor a las personas con la dermis más sensible o propensas a reacciones alérgicas por algún ingrediente.
La cosmética natural para el cuidado corporal tiene un valor que va más allá de su finalidad. Es pureza, calidad, efectividad y son productos amigables con el medio ambiente.
¿Cuáles son tus productos cosméticos orgánicos favoritos? ¿Tienes alguna marca como referente?