Dejamos atrás días de excesos, comidas desordenadas, aperitivos infinitos, picoteo playero, comida en el chiringuito y helados diarios, todo esto unido a una vida sedentaria. Y ¿cómo hemos vuelto a casa? Seguro que con algunos kilos de más. En verano olvidamos por completo nuestras rutinas en la alimentación. Llegamos a septiembre y es el momento de la vuelta a la normalidad, un paso que nos cuesta mucho dar, sobre todo después de tanto tiempo saltándonos nuestra dieta saludable. Los nutricionistas aconsejan que para que este cambio sea efectivo y lo disfrutemos hay que hacerlo poco a poco y plantearlo como un objetivo a largo plazo.
Recupera tus hábitos alimenticios
¿Por dónde empezar? La respuesta es sencilla y clara. Por la compra. Haz una lista donde predominen las frutas, verduras, hortalizas y legumbres. Las frutas y vegetales nos aportan más fibra que se traduce en salud. Y las legumbres son una rica fuente de proteínas que nos va a dar energía para afrontar la vuelta al trabajo y al colegio en el caso de los niños. Opta mejor por carnes magras que por rojas, pescados frescos y de tamaño pequeño, frutos secos, semillas, huevos y elimina todos los productos que sean procesados, lleven azúcares y elige harinas integrales y no refinadas. Organiza tus menús semanales con alimentos saludables en comidas y cenas. Recuerda que es la temporada de las granadas, la uva o la frambuesa, que podemos añadir a ensaladas o platos que le darán un sabor muy especial.
Septiembre es un mes todavía caluroso, por lo que debemos hidratarnos correctamente y beber suficiente agua cada día, pero puedes hacerlo también con infusiones o zumos naturales.
Tus nuevos objetivos de septiembre tienen que incluir hábitos saludables en la alimentación. Los aperitivos diarios, cervezas, refrescos, helados o comidas ricas en grasas o azúcares son cosa del pasado, que quedarán en el recuerdo de tus vacaciones veraniegas. Hay que volver a la rutina de las 4-5 comidas diarias y olvidarnos del picoteo entre horas. Evita los rebozados, empanados, frituras, y vuélcate en el cocinado a vapor, horno, cocción o plancha.
Recuerda que estos cambios en tu alimentación no se basan en restringir productos, sino más bien en comer la cantidad adecuada y de la manera más sana, aprovechando los alimentos tan variados que llegan en otoño y podemos incorporar a la mesa. Septiembre es el mes de los nuevos retos y de las nuevas oportunidades para cambiar nuestra forma de comer. Es importante que tengas en cuenta que los cambios llevan su tiempo y solo con constancia lograrás los resultados que te propongas.
¡Ánimo y a comer sano!