No todo el mundo puede presumir de jardín o de una gran terraza. A veces tenemos que conformarnos con un pequeño balcón o ni siquiera eso, un alféizar o barandilla donde colgar unas cuantas macetas. Si eres un apasionado de la jardinería y no tienes grandes espacios exteriores, sigue leyendo porque hoy te proponemos varias alternativas eficientes y prácticas para que puedas cultivar tu propio jardín orgánico en el espacio que tengas, por muy pequeño que sea.
Primero de todo vamos a explicar la diferencia que existe entre un jardín orgánico y un jardín común. Realmente lo único que les diferencia es que el primero no utiliza fertilizantes sintéticos ni pesticidas. La jardinería ecológica u orgánica apuesta por métodos de cultivo respetuosos con el medioambiente, dejando a un lado cualquier producto o técnica artificial. Para conseguirlo hay que elegir las plantas adecuadas a su entorno natural y saber combinarlas para evitar enfermedades y plagas a las que sean susceptibles.
Crear un jardín orgánico tiene muchos beneficios. Las plantas ayudan a purificar el aire y reducen a temperatura ambiental. No hace falta grandes espacios para cultivar, solo hay que aprovechar el sitio que tenemos por muy pequeño que sea.
1. Jardín colgante o vertical
A lo mejor tienes apenas unos pocos metros cuadrados de jardín, un balcón pequeño, una pared o una superficie que sobresale de tu ventana. Si lo miras en vertical te darás cuenta de que el espacio se multiplica y es una alternativa estupenda y práctica. La altura de la que dispongas puedes utilizarla para cultivar tus plantas. ¡Es muy fácil, ahora verás!
Solo necesitas una pared y crearás tu propio espacio verde vertical con plantas ornamentales o aromáticas que puedes entremezclar con tu propio huerto. Hay varios elementos que debes tener en cuenta a la hora de cultivar tu mini jardín doméstico:
2. Jardín orgánico en espacio horizontal
Si de lo que dispones es de una barandilla o alféizar hay macetas, mesas de cultivo, estructuras hechas a partir de materiales reciclados y jardineras de muchos tamaños distintos que se adaptarán perfectamente al tu espacio. Puedes optar por materiales reciclables como botellas y garrafas de plástico, pequeñas cajas de madera o palets. Combina plantas decorativas con aromáticas y comestibles. Empieza con cosas sencillas si no tienes experiencia, como las cebollas o lechugas, que se cultivan todo el año. Hay dos técnicas para el proceso de siembra:
Para mantener tu jardín orgánico debes cuidar varios factores; como el riego (mejor por goteo), el abono (puedes crear tu propio compostaje) y muy importante, controlar las plagas, observando con frecuencia tus plantas.
Ahora que ya sabes cómo crear y cultivar tu pequeño jardín orgánico, solo tienes que ponerte manos a la obra.
¡Ánimo con la jardinería!